¿Cómo mantener su cepillo de dientes?

Mantener su cepillo de dientes

Es un ritual diario adoptado por una gran mayoría de nosotros: cada mañana y cada noche, nos cepillamos los dientes, lo que significa que nuestro cepillo pasa en promedio seis minutos al día en nuestra boca para deshacerse de las bacterias que se han acumulado y que pueden ser la causa de ciertos males (enfermedades periodontales, caries...). Sin embargo, aunque nuestro cepillo de dientes nos ayuda a eliminar todas estas impurezas, estas no desaparecen totalmente. Por lo tanto, es necesario limpiar el cepillo de dientes. De hecho, una buena parte de ellas permanece adherida al cepillo que, inevitablemente, será llevada de regreso a nuestra boca en el siguiente cepillado. Por lo tanto, resulta esencial limpiar correctamente y regularmente su cepillo de dientes (una o dos veces al mes en ideal) para destruir los gérmenes que lo ocupan. Aquí hay dos formas efectivas y económicas de hacerlo:

Este artículo se inserta en una temática más global que es la higiene dental. Tenemos un artículo que trata este tema de manera global: higiene dental

El bicarbonato de sodio

Conocido entre otras cosas por sus virtudes desinfectantes y sanitizantes, el bicarbonato de sodio puede ser útil en este caso. Para ello, comienza por llenar un vaso con agua caliente asegurándote de que la cabeza de tu cepillo de dientes esté completamente sumergida y que todos los filamentos estén así desinfectados. Luego, añade una cucharada de bicarbonato de sodio que, en presencia del agua caliente, reaccionará formando una solución espumosa. Mezcla brevemente todo y sumerge la cabeza de tu cepillo, que dejarás en remojo durante varias horas o incluso toda la noche. Después de eso, enjuágala generosamente con agua caliente para eliminar los últimos residuos de bicarbonato o de bacterias rebeldes.

vinagre blanco

Conocido también por sus propiedades desinfectantes, el vinagre blanco es otra alternativa para el mantenimiento de tu cepillo de dientes. El modo de funcionamiento será aquí prácticamente idéntico al realizado con el bicarbonato. En un vaso o bol de agua bien caliente o incluso hirviendo, añade de tres a cuatro cucharadas de vinagre blanco (dependiendo de tu volumen de agua) y deja remojar la cabeza de tu cepillo durante aproximadamente media hora. Una vez más, enjuágalo abundantemente después para deshacerte de las últimas impurezas que podría aún albergar y del sabor a vinagre, amargo y desagradable que podría tener tu próximo cepillado. Esta operación también puede realizarse en agua fría, siendo el vinagre un activo relativamente potente. Sin embargo, el agua caliente o hirviendo permite amplificar la acción antibacteriana y sigue siendo, por lo tanto, una opción preferible ya que es más eficaz.

Estos consejos le permitirán desinfectar su cepillo de dientes para una higiene bucodental impecable. Por último, también considere guardar bien su cepillo, con la cabeza hacia arriba, para no mantenerlo en contacto con una superficie plana más propensa a la acumulación de microbios. Para ello, puede optar por los soportes de madera o de aluminio, sin olvidar el estuche de transporte disponible en nuestra tienda en línea.