El jabón de afeitar para un afeitado perfecto

¿Te gusta tener un rostro perfectamente afeitado? Seguramente sabes que el afeitado siempre debe hacerse con un jabón especial para deslizar fácilmente la hoja de la maquinilla, para evitar cortes, para alejar las irritaciones, para no hacer múltiples pasadas de cuchilla sobre el rostro y para eliminar bien cada vello. Además, si te afeitas de manera tradicional, el jabón de afeitar es el más adecuado para un resultado incomparable y cómodo.

¿Qué es un jabón de afeitar?

Un jabón de afeitar es un pan de jabón circular o rectangular, una pastilla de jabón que se utilizaba para lavarse antes de la aparición de la espuma, del gel de ducha... Se aplica en la cara para alisar la barba y facilitar el afeitado. Debido a sus componentes, hace buena espuma al contacto con la piel húmeda. Se utiliza con dos accesorios: el brocha como el que se vende en Caliquo y un bol de afeitado. La brocha es un manojo de pelos sintéticos o naturales unidos a una base de madera, mientras que el bol es el recipiente para hacer la espuma cremosa, suave y protectora a diferencia de la espuma en aerosol estándar. La importancia del jabón de afeitar es que protege la piel durante el afeitado a la antigua. Su uso también permite un afeitado menos irritante, y es excelente para las pieles sensibles. La comodidad estará asegurada. El jabón de afeitar es duradero y económico, es más barato que la espuma convencional. También es ecológico, ya que se vende con un mínimo de embalaje, por lo que es cero residuos garantizado. Además, es práctico durante los viajes, ya que la espuma en aerosol en el equipaje de mano está prohibida en los aeropuertos.

¿Cómo hacer subir la espuma con el jabón de afeitar?

Existen dos maneras de hacer subir la espuma de un jabón de afeitar: en un bol y sobre la piel. El uso del brocha de fabricación francesa de la marca Caliquo es siempre indispensable. Para hacer subir la espuma, es necesario añadir agua durante la emulsión.

• El bol: El bol de afeitado tradicional tiene una superficie curva que permite girar fácilmente el brocha para crear la espuma. El principio es el mismo que cuando montas las claras de huevo a punto de nieve. Si no tienes este bol, puedes usar un bol clásico. Lo primero que debes hacer es humedecer la superficie del jabón de afeitar con agua para ablandarlo. Luego, sumerge las cerdas de la brocha en agua tibia y escurre antes de pasarlas sobre el jabón. Coloca el jabón cargado en el bol realizando movimientos circulares hasta que aparezca la espuma. En caso de que la espuma no suba, añade agua con tus dedos.
• Directamente sobre la piel: Podrás prescindir del bol aplicando el brocha cargada de jabón de afeitar directamente sobre la piel. La otra técnica es aplicar una capa de jabón sobre la piel y usar el brocha húmeda para hacer que la espuma suba en la cara. Haz movimientos circulares en forma de 8 comenzando desde la barbilla hasta las mejillas. Detente en los lugares donde la espuma tiene dificultades para volverse cremosa.

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